Los seguros y las aseguradoras han pasado por cambios en esta nueva sociedad, aprendamos algunos de ellos en la opinión de influencers millenials.
Ophelia Pastrana, mujer transgénero y youtuber de 38 años, Daniel Sosa, standupero de 27, y Daniel Urías, especialista en bienestar financiero que fungió como moderador, fueron los tres influencers que desarrollaron el panel “La nueva sociedad y los seguros” en el marco del Encuentro Digital AMIS. El principal tema de reflexión para los aseguradores se desprendió de la idea de que es necesario hablarle a la gente de hoy como se habla hoy y pensar que cada persona es diferente en todos los sentidos.
Daniel Urías señaló que, de acuerdo con las cifras proporcionadas por la AMIS, el costo promedio de atención por covid-19 es de 405 mil pesos. Partiendo de este dato, puso sobre la mesa varios aspectos, entre los que destacaron: forma de acercarse a la sociedad, visión a futuro, retiro, reconstrucción, mejor comunicación, retos, esfuerzos y cambio de perspectiva. Él estuvo formulando las preguntas que constituyeron el eje de la discusión, y ofreciendo una recapitulación o conclusión de las respuestas dadas por Ophelia Pastrana y Daniel Sosa.
Las aseguradoras ¿preparados para enfrentar este año pandémico?
Ophelia. Antes de la pandemia ya teníamos problemas económicos. Cuando llegó la crisis, nadie estaba preparado. Todo cambió. Creo que ahora vemos menos hacia el futuro. Uno no va pensando en ahorrar para el retiro, sino en cómo sobrevivir hoy. El ideal está lejos. Nos enfocamos en el corto plazo. En México, el ahorro es un privilegio.
Daniel. No estamos educados para ahorrar. Aclaro que no estoy generalizando. Muchos no hemos dado importancia a ello. Aunque a través de internet podemos aprender, no estábamos preparados.
¿Estamos preparados para el futuro?
Daniel. Estamos viviendo al día, no alcanza y da miedo enfermarse, pero la obligación de prepararse para el futuro es de cada uno. Debemos ser responsables con nosotros mismos y la economía del país, porque la vulnerabilidad es real.
Ophelia. Hay un desfase entre lo que ofrecen los seguros y lo que necesitan quienes compran. Los millenials son la generación que más retos económicos enfrentará, porque el sistema de pensiones se reformó. La situación empeora para quienes somos transgénero, ya que no podemos asegurarnos y nos encontramos con temas “moralinos”, pues debemos cotizar y esperar cuatro años para contar con protección porque se asume que tenemos un mayor riesgo de contraer sida. Se piensa que los millenials deben tener ciertos ingresos para acceder a un producto de seguros, así que ninguno se acerca a comprar uno, porque no lo puede pagar.
Las pólizas no están diseñadas ni para millenials ni para la diversidad de género. Yo vivo un proceso muy difícil con las aseguradoras, pues me hacen sentir que ser transgénero es un problema. Solo en la CDMX existe un lugar que me podría atender, la Clínica Especializada Condesa, pero para tener acceso a ella debo contar con el seguro popular y, por tanto, renunciar al IMSS o al ISSTE, así que, como se trata de un rudo proceso, si lo inicio hoy y me sucede algo, no tendría protección alguna. Entonces, ¿para qué planeo vivir?
Sería importante que las aseguradoras revisen si están respondiendo a las necesidades de los clientes. Por otro lado, en relación con proteger el patrimonio, es decir, la vivienda que en promedio representa 15 años de trabajo y que en un segundo puede desaparecer, como vimos durante los sismos de 1985 y 2017, un seguro de casa habitación cuesta entre 3000 y 7000 pesos.
Ante este escenario, ¿cuáles son sus comentarios?
Daniel. Quienes venden seguros no saben a quién le están hablando. Para las personas que no estamos empapadas del tema es bien complicado comprender cuando llegan y nos hablan de todos los beneficios. En mi caso, para decir ciertos chistes, debo saber a qué público me dirigiré, pues, por ejemplo, a cierto perfil no le puedo preguntar si vio el video más reciente en TikTok, porque muy probablemente no se reirá debido a que no le hablé de lo que comprende. No toda la población tiene estabilidad o finanzas sanas. Creo que no están llegando bien y que es muy importante que sean empáticos al comunicar.
Ophelia. La idea del mexicano es “no me pasará a mí”. En este país, solo el 15% de la población ahorra. Mucha gente no tiene una cuenta en el banco porque sabe que las comisiones son crueles y no confía ni en ellos ni en las aseguradoras. El sistema de venta consiste en vendedores que te llaman y, aunque a parte de la población le guste esto, los jóvenes nunca hablan con un ser humano, pues prefieren que todo sea en línea.
La población mexicana desconfía del sector financiero, la banca y las aseguradoras. Estas últimas muchas veces se sienten libres de pecado y piensan que los clientes confían en ellas, pero en realidad hay una enorme desconfianza. El cliente espera, ante un problema, obtener una respuesta rápida y real. ¿Qué piensan los influencers del ahorro?
Daniel. Somos una generación que vive en una sociedad completamente cambiada. Las redes sociales han marcado una gran transformación. Muchos jóvenes ven la vida que comparte Juanpa Zurita, pero esta no es real para una gran parte de la población. El mundo está en el celular y, si no tenemos internet, no podemos trabajar. Todo es desechable. No hay tiempo para planear el futuro.
Tengo una carrera, soy comediante, pero vino la pandemia y los shows en vivo se cancelaron, así que me tuve que adaptar. Hace seis años reflexioné: “Hoy tengo las mieles, pero ¿qué pasará cuando sea grande?”. Considero que se debería enseñar a ahorrar desde la secundaria e impartir clases sobre este tema en las escuelas públicas.
Ophelia. Las compañías siguen pensando que la generación actual comprará sus productos, así que continúan tratando de venderlos de la misma forma que antes. Deberían diseñar soluciones asumiendo que no todos están bien económicamente y son pudientes. Hay que comercializar productos para la población no bancarizada. Muchas veces es más popular una tanda, así que sería mejor esquematizar y estandarizar este tipo de esfuerzos.
Daniel. ¡Aseguradoras, el mundo cambió! Si nos preguntan ahorita “cómo te ves en cinco años”, responderemos “primero deja termino el 2020”. Se diseñan productos para un solo tipo de cliente cuando es fundamental adaptarse a un país. Ustedes no deben intentar vender pólizas como las que se comercializan en Suiza, pues aquí, en México, la situación es diferente. No saben hablarle a la gente de hoy como habla la gente de hoy. Deberían conocer a quién le están hablando y pensar que no todos somos iguales.
Conclusiones
En el Encuentro Digital organizado por la AMIS, el primero en la historia de nuestra industria, varios exponentes dieron su punto de vista acerca de los posibles resultados de la pandemia en el entorno asegurador. Los 39 ponentes nacionales e internacionales y las 17 mil 609 personas que participaron de forma activa a lo largo de la transmisión contribuyeron a que el alcance del evento en medios analógicos y digitales fuera de 30 millones de impactos. Las conclusiones derivadas de los temas abordados dentro del encuentro se dividen en ocho aspectos:
Retos generales de la industria. Las aseguradoras deben mantenerse a la par de los cambios provocados por la covid-19 en el panorama de riesgos y aprovechar la oportunidad de atender nuevas necesidades.
La industria de seguros es financieramente sólida para enfrentar catástrofes. El Índice de solvencia es 3.1 veces mayor al requerimiento de capital para cumplir nuestros compromisos con los usuarios; el sector asegurador es el tercer inversionista institucional más importante de México, pues nuestras inversiones (1.39 billones de pesos) representan el 5.4% del PIB, y las sumas aseguradas (284.2 billones de pesos) equivalen a 12 veces el PIB.
Regulación. Ante riesgos como la pandemia, la colaboración de aseguradores, intermediarios y autoridades es esencial. Se debe promover la innovación en productos tradicionales y digitales, así como la distribución en diversos canales. Además, se necesita sensibilizar al usuario con respecto a la importancia del seguro para enfrentar riesgos.
Importancia de la industria en la economía. Se necesita reformar el sistema de pensiones; construir un mercado sólido de rentas vitalicias; evidenciar que las aseguradoras tienen una alta participación en bonos gubernamentales que financian proyectos de infraestructura, y contar con una agenda para desarrollar las posibilidades del sector asegurador en México.
Inclusión y diversidad. Se debe dar prioridad a la inclusión y la diversidad para llegar a aquellos segmentos de la sociedad que no cuentan con la protección de un seguro, como mujeres, jóvenes, adultos mayores y población vulnerable.
Agentes de seguros. El intermediario debe poner al cliente en el centro, adaptarse de forma acelerada a la nueva normalidad, incrementar el uso de la tecnología y ampliar su alcance geográfico a través de redes sociales.
Distribución digital. Es imprescindible la inversión en tecnología para diseño y distribución de productos, y optimización de procesos. El comercio electrónico constituye una oportunidad para la inclusión financiera, pues permite acercar el seguro a nuevos usuarios y hacerlo más accesible, fácil de comprender y personalizado. Por tanto, la transformación digital es la puerta de entrada para los seguros inclusivos.
Ciberseguridad. Como la covid-19 incrementó el riesgo cibernético, surgió la necesidad de gestionar y mitigar eficazmente el peligro que impacta en las cadenas de valor. Así que la asesoría sobre productos y medidas de recuperación en relación con este riesgo se ha vuelto más frecuente.